Marc es el primer hijo de mi gran amiga Paloma, así que os podréis imaginar la ilusión que me hizo empezar con su proyecto. Me lo pusieron muy fácil, ya que son unos apasionados de la decoración y por lo tanto, tenían muy claro qué querían.
Toda la casa respira una harmonía entre blancos y tierras, así que la habitación del bebé iría en sintonía. Me pidieron cumplir con los siguientes requisitos:
Pared de 2 colores
Una cuna grande de 1,40 x 0,70 metros, de barrotes anchos y con el sommier a dos niveles. Además, querían que una vez el niño creciera, se pudieran quitar las barandillas y pasara a ser una cama junior.
Cómoda amplia con cajones y cambiador de 50x80cm.
Así que manos a la obra y de la mano de mi amiga, fuimos a ver distintas casas de muebles, y finalmente dimos con la marca holandesa «Bopita«. Cumplía en diseño, funcionalidad, y porqué no decirlo, en precio también.
Al realizarles el proyecto en 3D, pudimos ver de manera muy real como encajarían los muebles:
Y ya sólo quedaba encargarlos, pintar y decorar con un toque GuiBo 😉 ¡Éste es el resultado!
Se pintó el armario de blanco para que todo el mobiliario fuese del mismo color.
Aprovechamos una cama supletoria existente como soporte para sus cositas y se colocó una barra bajo una de las estanterías, creando un pequeño vestidor abierto.
Y falta el toque final… Quién duerme aquí??
¡Espero que os haya gustado!